LUIS CAVAGNARO ORELLANA
LOS COMPAÑEROS DE ZELA : MANUEL CHOQUE
Contra lo que se ha sostenido, por algunos tratadistas, respecto a que el levantamiento de 1811, fue liderado por vecinos de extracción netamente criollo y mestiza; o por otros, que la población indígena de Tacna solo se incorporó al movimiento, el 23 de junio, cuando Zela pidió al cacique Toribio Ara convoque a los naturales de los ayllus de la campiña circundante de Tacna en la "pampa de Caramolle"; la presencia de un Manuel Choque; en la nómina de los abanderados del movimiento del 20 de junio, demuestra que el elemento indígena urbano, asentado quizás en una de las "Rancherías", participó desde el comienzo dándole a la insurrección que encabezó Zela un carácter pluri-clasista.
No se puede afirmar que Choque fue Tacneño, más parece que fue oriundo de Ilabaya. Lo que si se puede afirmar es que nació hacia 1876. Debió pertenecer a la condición de indígenas no tributarios o considerado en ese breve extracto, más cultural que racial, de los "cholos" que trabajaban en el campo arrendando pequeñas parcelas, trabajándolas con tesón, o desarrollando alguna actividad urbana como el comercio, el trasporte o la artesanía. De haber sido, Choque un indio tributario al momento de sepultarlo, el acta de entierro habría sido incluida en los libros parroquiales reservados a los "naturales " o "indígenas".
El 6 de julio de 1810 Manuel Choque era peón o quizás arrendatario, de "…un pedazo de tierra nombrado la ERA, situado en el río salado del valle de Ilabaya (…) de propiedad del doctor Don Jose Antonio Aldana, vecino de Ilabaya…" (1793). En la indicada fecha se la dio como parte de una deuda que le tenía a doña Ildefonsa Ramirez. Al momento de la transacción "… el terreno estaba cultivado de alfalfa a cargo del indio Manuel Choque…" (1794).
No obstante, era letrado y se le tenia deferencias, aun por personas de cierta consideración, porque el 20 de abril de 1810 doña María Cáceres revoca un poder referido a don Francisco de Paula Alayza y "…lo sustituye en Manuel Choque…" (1795) para el recojo y venta de su esclavo sambo llamado Juan Pablo. Era casado con Maria Vargas de quien no se tiene otra información. Ella lo sobrevivió. Choque participó decididamente en el levantamiento del 20 de junio de 1811. Al parecer no tuvo descendencia. Falleció el 13 de febrero de 1816. Fue enterrado "…de caridad…" (1796), al día siguiente.
LOS COMPAÑEROS DE ZELA: COMANDANTE JOSE GIL DE HERRERA Y MONTES DE OCA
Según apreciación de don Rómulo Cúneo Vidal, sobre el "comandante Pedro José Gil de Herrera y Montes de Oca cabe decir que representó al elemento militar tacneño en la revolución de 1811" (1797), siendo "…el militar tacneño de alta graduación que intervino en la revolución de 1811, poniendo el ascendiente que le proporcionaban su grado y su condición de criollo sobre los elementos americanos de la guarnición de Tacna". El influjo e importancia que don Pedro José Gil de Herrera tuvo en la preparación y ejecución del gran movimiento de Tacna de 1811, lo demuestran "…el haber sido excluido del indulto que favoreció a la mayor parte de los comprometidos en aquella aventura y el haber sido sentenciado a muerte, en rebeldía" (1799).
Don Pedro José, nacido en 1751, fue hijo legitimo de "…don Estanislao Gil de Herrera y doña Maria Montes de Oca…" (1800), tacneños, pertenecientes a dos tradicionales familias de Tacna. De los Gil de Herrera, ya tratamos en el volumen IV, indicando la filiación de don Pedro José con el tronco fundador, "…don Miguel Gil de Herrera y doña Maria Palza (1801) Dice Cúneo que abrazó "…desde temprano la carrera de las armas" (1802), alcanzando al momento de casarse, en 1782, el grado militar de '...ayudante mayor de Infantería española..." (1803) de Tacna.
Dice Rómulo Cúneo que don '...Pedro José Gil fue casado con doña Petronila de Alcántara Valderrama, hija del capitán don Pedro José de Valderrama y de doña Francisca Javiera de Palza" (1804). El matrimonio se realizó en Tacna el 8 de setiembre de 1782. Añade Cúneo que ésta, dicha "...doña Petronila fue madre, no sabemos en que grado de legitimidad, del conspirador José Gómez, el cual, como se verá en otra parte de esta obra, nació en 1782, que fue el año en que don Pedro José Gil casó con su madre, sin que en la respectiva partida matrimonial se diga haber sido ella viuda de un primer marido de apellido Gómez" (1805).
Para llegar, finalmente, a una emocionante conclusión. Pocas veces, dice Cúneo, "...se habrá dado el caso de un acuerdo más íntimo de ideas y voluntades que el que se vio entre aquellos dos hombres, Gil y Gómez, quienes, dados los resabios inevitables del corazón humano, debieron quizá, no quererse" (1806). Pero en el entorno de las patrióticas vibraciones del pueblo de Tacna, el padrastro y el "…hijo allegadizo conspiraron por la libertad del Perú, lucharon tesoneramente por ver realizado tan santo ideal y fueron a la postre vencidos, ahorcado el uno, prófugo el otro en lejanas tierras" (1807).
Sentencia Cúneo que si "...Francisco Antonio de Zela fue el alma de la revolución de 1811, Pedro José Gil fue el brazo de la misma" (1808); que Zela "...fue el hombre del ideal; Gil era el organizador nato de las fuerzas de aquella revolución" (1809). Agrega que, fracasada "...la revolución de Tacna, Pedro José Gil apeló a la fuga (...) ( y, juntamente con Francisco de Paula Alayza y José Siles y Antequera, cuñado de Zela, provistos de veloces cabalgaduras ganaron el Alto Perú y el campamento de Belgrano (sic) (tal vez quiso decir Castelli, en fuga) quien lo acogió con simpatía y distinción" (1810).
Dice Cúneo que cuando "...ocurrió el levantamiento de Paillardelle en 1813, Pedro José Gil, con el grado de coronel en las filas de Belgrano y José Gómez, so capa de mercader, fueron los agentes seguros, astutos e incansables de quienes se valió el general argentino para insurreccionar la costa" (1811). Cuando "...el 4 de marzo de 1812 la Sala del Crimen de la Audiencia de Lima liquidó las causas seguidas a los enjuiciados por el levantamiento de 1811, el fallo fue de perdón para todos los rebeldes con las excepciones siguientes: Francisco Antonio de Zela y Arízaga, condenado a muerte; Pedro José Gil, condenado a la degradación y a la muerte (y) José Siles y Antequera, condenado a destierro perpetuo" (1812).
Hay versiones que registran una breve prisión en Tacna, después de la cual viajó a Lima con su esposa, donde al parecer falleció de dolor después de haber avisado a su confesor, confiando en el secreto que garantiza ese sacramento, los planes subversivos de su hijo; delación que lo llevó al patíbulo. Se indigna el ilustre investigador ariqueño por el hecho que la historia no había dispensado hasta 1921, año que publicó su colosal obra, después de ciento diez años; "...al teniente coronel tacneño don Pedro José Gil el galardón, hecho de recuerdo y gratitud a que lo hacen acreedor sus nobles esfuerzos por la libertad de su tierra natal" (1813). Reclamo que, a las puertas del segundo centenario del gran levantamiento de Tacna, sigue siendo una voz en el desierto y una demanda para una justa reparación.